¿Qué harías si de pronto nacieran en tí poderes psíquicos como el de la clarividencia, con la cual pudieses percibir imágenes claras de futuros posibles acontecimientos, de sucesos del pasado donde no estuviste presente, y el poder de conocer lo que las personas piensan y sienten con sólo enfocar tu mente en ellos?
En el contexto laboral, imagínate que eres también el Director General de tu propia organización y enfrentas problemas organizacionales internos. Alta rotación voluntaria, baja productividad, descenso en las ventas, bajo nivel de colaboración entre tus empleados y poca innovación.
Con tus poderes recién obtenidos, tendrías la oportunidad de ver más allá del problema, podrías prever soluciones con múltiples escenarios de futuros. Contarías con una capacidad para conocer y entender el nivel de compromiso que tienen tus colaboradores, lo que piensan, sienten, y el nivel de confianza que ellos tienen hacia los líderes. Entenderías los problemas que les aquejan y también las causas de los mismos.
Tendrías una visión muy clara de lo que ocurre en tu organización. Sería una excelente radiografía organizacional.
Al contar con esta habilidad serías capaz de tomar decisiones más acertadas para resolver los problemas internos, y elevar así la probabilidad de éxito y prosperidad, para ti, tu organización, para todos tus colaboradores y sus familias.
Ante la carencia de este súper poder, es importante que empresarios, directivos y tomadores de decisiones recurran a las mediciones y observaciones, que como herramientas predictivas, permiten obtener la mayor cantidad de información posible y el conocimiento vigente de lo que ocurre en la organización.
Para las cuestiones de clima y cultura organizacional, recurrimos a las encuestas, a escuchar la voz de los colaboradores y los diagnósticos de las políticas, procesos y prácticas de capital humano que nos ofrecen información relevante sobre del nivel de confianza y satisfacción que tienen los colaboradores en el lugar de trabajo.
Los resultados nos muestran la dinámica y la correlación de las acciones de mejora que se aplican en la organización para corregir y solucionar problemas. En pocas palabras, las mediciones son el instrumento que nos llevan a obtener la información importante que nos permita dirigir el rumbo de la organización.
Las mediciones con el propósito de obtener la certificación Great Place to Work® y pertenecer a los selectos Rankings de Great Place to Work® México, son muy deseables y valiosas para los directivos, porque proyectan una imagen mejor posicionada sobre de las demás organizaciones y derivan en múltiples beneficios de negocio. Sin embargo no deben ser la razón última o la de mayor importancia.
Los instrumentos para conocer la voz del colaborador y el diagnóstico de cultura organizacional, así como los resultados de las mediciones, poseen en escencia el verdadero objetivo de ayudar a las organizaciones a ser un excelente lugar para trabajar para todos; teniendo impactos positivos para los negocios, para los colaboradores y para el mundo en general.
La constancia y la periodicidad en las mediciones son un factor determinante para tener un panorama reciente, sin embargo, ante la dinámica incesante de los cambios hoy en día las organizaciones necesitan convertir esta tarea en un hábito constante y frecuente por medio de herramientas que lo faciliten en tiempo real; como si se midiera la temperatura del medio ambiente.
Para ello, los instrumentos deben evolucionar a ser mucho más compactos, concretos y prácticos; que permitan obtener respuestas manteniendo la calidad y precisión de aquello que se pretende medir.
La inteligencia artificial y el uso de Big Data serán capaces de predecir las más probables actitudes, comportamiento y respuestas de los colaboradores ante diversos escenarios que la tecnología podrá analizar y procesar. Con ello se estará en la posibilidad de identificar riesgos u oportunidades con base en las estrategias de negocio que los líderes de la organización pre-establezcan y programen.
Con esta información, más el motor de inteligencia artificial y la ciencia de datos se podrán procesar y determinar con alto nivel de precisión, el nivel de confianza y bienestar que siente el colaborador, hacia la organización, sus jefes, su trabajo y las relaciones con sus compañeros.
De esta manera podremos elevar aún más el significado de las mediciones y llegar a un diagnóstico cercano a lo que se vive en la organización en el día a día, dotando de información sumamente valiosa a las áreas de gestión de personas para, incluso, invertir los recursos de una manera mucho más eficaz y eficiente.
Las mediciones seguirán siendo una poderosa herramienta para la toma de decisiones, cuando lleguemos a tener esta tecnología, será muy cercano a los poderes psiquicos que imaginabamos al inicio.
Por ahora, en el tiempo presente, es fundamental aprovechar los instrumentos de diagnóstico y medición de los índices de confianza, con el afán de promover a que cada vez más organizaciones se transformen en Mejores Lugares paraTrabajar™ para todos, de forma sostenida, y así contribuir al desarrollo de una mej