¿Qué es el género? Este concepto, sobre el cual se ha generado un interés de forma reciente, nos ha permitido comprender una serie de roles que habían sido asignados a hombres y mujeres, roles que definen ciertas prácticas y conductas, que antes nos eran imposibles de reconocer y cuestionar. Una de estas refiere a lo que sucede dentro del hogar, definido muchas veces como el espacio donde mayormente se desenvuelve la mujer. Frente a esto, la crisis sanitaria de COVID -19 ha visibilizado una de las problemáticas de corte estructural que el Perú experimentaba, tales como la precariedad laboral y con mayor énfasis las inequidades de género, sobre todo en el ámbito doméstico.
Ante la priorización del trabajo remoto dadas las medidas de aislamiento social se observa el caso de la distribución de las tareas del hogar y la sobrecarga laboral que se viene generando en las mujeres, quienes asumen las labores domésticas que de por sí conllevan una carga mental y física, y además deben enfocarse en sus labores profesionales. Podríamos estar hablando de una jornada laboral casi interminable, donde además buena parte de las horas de trabajo no son remuneradas. Si bien con el paso del tiempo, la mujer ha ido ejerciendo labores en el ámbito público, esta incorporación no significó una disminución de la carga en su rol de cuidadora y tampoco implicó que los hombres asumieran alguna labor dentro del hogar. Es decir, no se replanteó la distribución de la carga de trabajo doméstico.
Women Mental Load
Este término alude a las exigencias mentales y cognitivas que traen consigo la realización de ciertas actividades laborales que afectan el estado anímico, cognitivo, psicológico y físico. En este sentido, hay tareas y actividades que se dan en el ámbito privado y doméstico que demandan una sobrecarga de esfuerzo físico y psicológico. Estas tareas no suelen ser reconocidas como tal y tienden a ser desvalorizadas y están mayormente asumidas por mujeres.
Cuando sumamos el trabajo remoto, las labores domésticas y de cuidado, y la educación virtual de quienes tienen hijos, nos encontramos frente a un contexto donde los espacios públicos y privados han desaparecido para transformarse en un único espacio en el que los límites de la privacidad y del tiempo destinado al trabajo y a la vida privada comienzan a desdibujarse (Defensoría del Pueblo, 2020). Esta dinámica, a la larga, genera un desgaste que afecta la salud física y mental de las personas. Por ello, la no distribución de las responsabilidades al interior de los hogares entre mujeres y hombres no les permite enfocarse a las mujeres en su desarrollo personal y/o profesional, por lo que este se ralentiza y en algunos casos se torna inviable para algunas mujeres.
¿Qué rol tienen entonces las organizaciones para contrarrestar este impacto?
Al entender esta carga mental que afecta a las mujeres, las organizaciones deben considerar el impacto que tiene sobre la vida de estas, y en consecuencia sobre su productividad. Ante esto es recomendable:
- Sensibilizar sobre la corresponsabilidad en el hogar
- Crear espacios de networking
Las empresas deben visibilizar este problema al interior de sus organizaciones, estableciendo campañas de comunicación y capacitación. Se debe fomentar la corresponsabilidad entre hombres y mujeres en las labores del hogar. Por ejemplo, en áreas de trabajo donde tradicionalmente hay personal masculino se pueden difundir capacitaciones sobre la eliminación de estereotipos de género, nuevas masculinidades y corresponsabilidad en las labores domésticas, así como de sesgos inconscientes. Incluso, se puede fomentar campañas en donde se invite a los familiares de los trabajadores, para que difundan este mensaje.
Otra posible consecuencia importante para considerar por las empresas es el impacto en la línea de carrera que afectará principalmente a las mujeres. El hecho de tener que asumir mayor carga de trabajo doméstico y trabajar de manera remota, puede implicar menor participación y visibilidad del género femenino en los proyectos y actividades que implemente el empleador. Para contrarrestar esto, las organizaciones - a través de sus líderes - deben crear espacios de networking equitativo y constante. Para ello, también será fundamental contribuir en concientizar sobre la igualdad de género, concretamente en la lucha contra la violencia doméstica y fomentar la corresponsabilidad de las actividades del hogar, a fin de que las mujeres realmente gocen de una igualdad real de oportunidades en el acceso y conservación del empleo.
La corresponsabilidad tiene que ver con la confianza. Por ello, en el terreno laboral, se convierte en una potente herramienta para la gestión de equipos en el trabajo remoto. Finalmente, genera un mayor bienestar para las colaboradoras permitiéndoles continuar su desarrollo profesional y generar un balance de vida trabajo que incrementa su productividad y rendimiento.