La discapacidad es un término que ha evolucionado a lo largo del tiempo y que ha cobrado gran importancia en el mundo. De acuerdo con la Oficina Internacional de Trabajo (OIT), las personas con discapacidad representan un 15% de la población mundial y alrededor del 80 por ciento están en edad de trabajar[1]. En México, se estima que existen 7 millones 739 mil 270 de personas con algún tipo de discapacidad, lo que representa el 5.13 por ciento de la población[2].
Al hablar sobre la discapacidad, invariablemente se introducen conceptos como “limitaciones”, “restricciones”, “barreras” y “diferencias”, trayendo un impacto negativo en las personas que a consecuencia de ciertas características físicas, mentales, intelectuales o sensoriales puedan impedir su participación plena y efectiva en la sociedad, en igualdad de condiciones con las demás[3].
Como organizaciones, es indispensable contribuir al cambio de todos aquellos estereotipos, creencias y paradigmas que evitan el enriquecimiento de la diversidad y que contribuyen a la discriminación e inequidad de este grupo considerado como vulnerable.
Para todas las personas, independientemente de su condición, el trabajo es crucial para poder construir una identidad personal, un sentido de productividad, la oportunidad de establecer redes de socialización, y un sentido de normalidad.
Viktor Frankl menciona que “No hay nada en el mundo que capacite tanto a una persona para sobreponerse a las dificultades externas y a las limitaciones internas, como la consciencia de tener una tarea en la vida”.
Esta frase no hace distinción entre las personas. El trabajo es y debe ser un derecho fundamental como seres humanos, independientemente de su condición, que pueda proveer de un sentido de satisfacción personal y trascendencia en su entorno, entre otras cosas.
Más allá del cumplimiento de la normatividad nacional en cuanto a la integración e inclusión de las personas con discapacidad, es importante migrar hacia un enfoque mucho más amplio que apunte hacia la creación de lugares de trabajo diversos y socialmente responsables PARA TODOS.
Se trata de cambiar el paradigma de lo que representa una discapacidad para sacar lo mejor del talento de una persona para ayudarle a descubrir su potencial y lo que puede llegar a lograr. Buscar nuevos significados, ya sea en un esquema de trabajo tradicional, puesto compartido, dentro de una condición flexible, debiese ser una tarea compartida por organizaciones, líderes y colaboradores.
Además de los beneficios existentes para las personas con discapacidad, existen estudios que mencionan que los lugares de trabajo inclusivos presentan mayor satisfacción hacia el trabajo. Los colaboradores, al percibir apoyo, apertura, trato justo y equitativo hacia las personas, sin distinción, fortalecen su sentido de lealtad y compromiso hacia la organización[4].
Existen organizaciones que nos han enseñado importantes lecciones en torno al cambio de paradigmas de la discapacidad en México. Algunos de Los Mejores Lugares para TrabajarTM actúan desde la sensibilización y formación a los colaboradores, creación de redes de apoyo a personas con discapacidad, integración de comités de inclusión, re-diseño y adaptación de instalaciones físicas, diseño de esquemas de trabajo flexibles, entre otras. Todas, con el objetivo de abrir puertas a la diversidad e inclusión y cerrar las puertas a la discriminación.
En muchas ocasiones la discapacidad no viene de las personas con este tipo de características consideradas como obstáculos. La mayoría de las veces se encuentra en la propia mente de las personas consideradas como “normales”, en los estereotipos y creencias que, lejos de promover ambientes de trabajo sanos, alejan a las personas y evitan que puedan encontrar su propósito y dejar una huella en el mundo.
La organización en la que colaboras, ¿abre las puertas en torno a la diversidad? Tú como colaborador o como líder, ¿contribuyes a la creación de estigmas, o eres un agente de cambio en tu entorno de trabajo?
[1] Organización Internacional del Trabajo (OIT). Extraído de http://www.ilo.org/global/topics/disability-and-work/lang--es/index.htm.
[2] Información extraída de: https://www.gob.mx/conadis/acciones-y-programas/programa-nacional-de-trabajo-y-empleo-para-las-personas-con-discapacidad-2014-2018
[3] Convención sobre los derechos de las Personas con Discapacidad y Protocolo Facultaativo. Extraído de: http://www.un.org/disabilities/documents/convention/convoptprot-s.pdf
[4] von Schrader, S., Malzer, V., & Bruyère, S. (2013). Perspectives on Disability Disclosure: The Importance of Employer Practices and Workplace Climate. Employee Responsibilities and Rights Journal, 1-19.