¿En algún momento te has planteado redefinir algunos aspectos de la cultura de la organización que diriges, ante algún cambio de estrategia o de modelo de negocio?
Si es así, es una reflexión bastante acertada, debido a que, tan relevante es conocer y permear a la organización la estrategia del negocio, como el tipo de cultura necesaria para poder generar sinergia y así crear puentes entre la gente y el logro de los objetivos planteados.
Los líderes organizacionales tenemos, además de todos los compromisos establecidos en nuestras respectivas descripciones de cargo, un reto adicional, pues no sólo debemos comprometernos con el objetivo cuantitativo de ventas, rentabilidad o cualquier dato relevante en los KPI´s financieros, sino reconocer y viabilizar el tema cultural junto con la generación de las estrategias de negocio.
Hoy en día reconocemos finalmente que Negocio-Cultura son temas paralelos y que tienen intersección cuando se logran y se exceden los objetivos del negocio, en un mercado que exige del mundo laboral responda a la velocidad de los cambios.
Recordemos que Charles Darwin (1809 – 1882) dijo: "No es el más fuerte de las especies el que sobrevive, tampoco es el más inteligente el que sobrevive. Es aquel que es más adaptable al cambio”.
Por lo tanto, antes de iniciar un proceso de transformación cultural, es importante levantar algunos cuestionamientos estratégicos, tomando en cuenta la visión de negocio de la Alta Dirección.
Algunas de las respuestas que pueden guiar el proceso de adaptación hacia el cambio incluye tener respuestas a preguntas como:
- ¿En qué comportamientos deberán apoyarse para que se logre la misión y la visión establecida por la organización?
- ¿Qué características de comportamiento son las deseables y requeridas en todos los colaboradores para el logro de los objetivos de negocio planteados en la estrategia?
- ¿Qué comportamientos son los requeridos para que los equipos de trabajo den y excedan los resultados?
- ¿Qué se va a premiar o reconocer en esta organización? Y ¿Por qué?
- ¿Qué tipo de comportamientos se requieren del liderazgo para apoyar el éxito del negocio y de la cultura?
- ¿Qué prácticas deberá fomentar la organización para apoyar en la implementación de esos comportamientos establecidos?
- ¿Qué tipo de relación es la funcional entre áreas para el logro común?
- ¿A qué daremos más peso e importancia al logro del objetivo o al como llegamos al mismo?
Responder a ese tipo de cuestionamientos desde el momento mismo en que se quiera replantear una nueva misión, visión u objetivo es relevante para que estrategia y cultura inicien de manera simultánea en un crecimiento que seguramente tendrá muchas más probabilidades de tener resultados exitosos.
Es recomendable que organización, líderes y áreas de Capital Humano estén abiertos a la posibilidad y necesidad de transformarse continuamente como un mecanismo que coadyuve a que negocio y cultura crezcan y se fortalezcan conjuntamente en esa evolución.
Es verdad que cualquier tipo de cambio o transformación implica reajustes, sin embargo, es una oportunidad invaluable para ver con “nuevos ojos” aquellos aspectos que nos han llevado a ser lo que somos como organización.
El replantear lo que buscamos, lo que somos y lo que queremos llegar a ser significa evolucionar más allá del éxito económico. Representa llevar al binomio Negocio-Cultura a un mejor porvenir y convertirnos en mejores organizaciones, con mejores personas y transformar a México en el mejor país para trabajar.