Las organizaciones han afrontado, en los últimos años, múltiples cambios en sus estrategias de gestión humana con la intención de dinamizar los espacios de trabajo de sus colaboradores. Por ello, conceptos como el liderazgo horizontal y sus efectos positivos dentro del trabajo colaborativo están incursionando en las empresas con la finalidad de promover la participación y el empoderamiento de sus colaboradores; además de afianzar el talento laboral y posicionar en mejores condiciones la marca empleadora en el mercado laboral. En Great Place To Work, te explicamos qué es el liderazgo horizontal y cómo su implementación puede transformar la dinámica de trabajo en las organizaciones.
Antes de abordar el liderazgo horizontal como elemento fundamental, se necesita reconocer los valores propios del liderazgo, y en un todo, lo que significa ser un líder: según el diccionario de la Real Academia Española, “líder” se entiende como “persona que dirige y orienta a un grupo, el cual reconoce su autoridad”; por otro lado, Personio define al líder como un sujeto que otorga gestión en grupos de trabajo “con el objetivo de llevarlos a una finalidad común”.
El liderazgo, por su parte, es aquello que condiciona la calidad de líder. Está categorizado de acuerdo a sus métodos de trabajo y organización con sus colaboradores: fomenta la autonomía y la participación de sus miembros; y los autoritarios y jerárquicos, quienes tienen el poder de tomar decisiones por cuenta propia y sus miembros acatan. Bajo esta variedad de términos afines al liderazgo, surge el liderazgo horizontal como una alternativa que busca promover espacios de participación ajenos a la organización tradicional y garantizar la estabilidad de los equipos de trabajo bajo un fin común.
¿Qué es el liderazgo horizontal?
El liderazgo horizontal es un modelo de organización que permite la participación activa de todos los miembros del equipo de trabajo sin un órden jerárquico. Su objetivo es promover espacios de reconocimiento, de escucha y contribución entre sus colaboradores; todos ellos entendidos como iguales; como personas activas dentro del equipo y con oportunidades de demostrar sus conocimientos y talentos para incentivar el empoderamiento y construir el trabajo colectivo de manera eficaz.
Posee diferentes características enmarcadas dentro de su estructura de trabajo, sus métodos de participación, y finalidades compartidas como equipo de trabajo y organización:
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Liderazgo horizontal, gestión horizontal:
Al no contar con una dirección vertical, este modelo permite una distribución de poder ecuánime entre sus colaboradores; no requiere de la aprobación constante de líderes o managers, mejorando la productividad y eficacia de trabajo, delegando responsabilidades entre sus miembros y afianzando un compromiso común en el equipo.
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Comunicación abierta, entorno seguro:
Además de romper las barreras jerárquicas de participación y actividad entre colaboradores, fomenta la toma de decisiones consensuada: sus decisiones son construidas con la participación y voz de los miembros bajo entornos saludables de retroalimentación.
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Organización transparente, liderazgo de confianza:
El liderazgo horizontal promueve el flujo de información interna que permita recibir aportes de valor entre sus colaboradores. Otorga confianza y contextualización a sus miembros sobre la situación de la organización.
Diferencias entre liderazgos verticales y horizontales
El liderazgo horizontal posee diferencias estructurales en la eficacia de la comunicación con los miembros de la organización, la apropiación y explotación de talento del colaborador en llegar a un fin común, y la importancia otorgada a la retroalimentación para efectuar oportunidades de mejora:
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Eficacia en comunicación:
El liderazgo horizontal, al promover el modelo de igualdad, permite una comunicación fluida entre sus miembros sobre elementos que competen al equipo de trabajo; el liderazgo vertical posee una autoridad centralizada en la toma de decisiones, lo cual genera un proceso de comunicación más tardía conforme las retroalimentaciones se vayan recibiendo.
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Liderazgo colaborativo vs. liderazgo autoritario:
En un escenario de liderazgo horizontal, los líderes son actores colaborativos que consolidan una unidad: el todo es mayor que la suma de sus partes; otorga mayor compromiso y fomenta la creatividad del colaborador al permitirle la libertad de acción.
Así explica Ricardo Alania, Director de la Maestría de Factor Humano de la Escuela de Postgrado UPC: “... El trabajo es un camino para alcanzar un propósito (...) hoy todos somos capaces de aportar, y estamos y queremos ser partícipes activos”.
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Estructura sencilla, igualdad de oportunidades:
El liderazgo horizontal posee una organización práctica en términos de retroalimentación e interacción que promuevan el mejoramiento de la organización; fomenta el diálogo y las oportunidades de mejora. Estos espacios pueden ejecutarse en tiempos semanales para consolidar un espíritu de crecimiento colectivo en la organización.
Ventajas del liderazgo horizontal en el trabajo colaborativo
En un sistema de liderazgo horizontal podemos encontrar distintos desafíos: desde la resistencia al cambio por modelar nuevos diseños y esquemas de participación; el sostenimiento de coordinación en un equipo de trabajo autónomo; y el desarrollo de programas de capacitación que fomenten el desarrollo de habilidades entre colaboradores y líderes.
Por otro lado, los beneficios que recae en el trabajo colaborativo de las organizaciones van enfocadas en mejorar la productividad, la consolidación de una comunicación empática y abierta entre sus miembros, la innovación que pueden descubrirse en los equipos de trabajo con la participación activa y la motivación de llegar a una meta en común.
Según el Informe McKinsey Quarterly ‘Un nuevo liderazgo para una nueva era de organizaciones prósperas’, explica que los líderes, tras la evolución de las nuevas formas de organización de trabajo que fomentan el trabajo colectivo y eficaz, necesitan convertirse en “catalizadores que empoderan y guían a equipos autogestionados, fomentando la conexión, el diálogo y la cooperación”, desligandose así de la “autoridad posicional” para construir una red de equipos de liderazgo. Asimismo, el Informe de ‘Tendencias de Capital Humano 2024’ de Deloitte, explica el cambio en los métodos de medición de productividad con los nuevos enfoques dirigidos al rendimiento humano y la creación de valor, promoviendo una evaluación fundamental en el bienestar y desarrollo del colaborador.
En conclusión, el liderazgo horizontal está transformando la dinámica de trabajo en las organizaciones. Su enfoque colaborativo y transversal motiva la participación activa y el empoderamiento de sus miembros. Sus beneficios son diversos, desde promover una cultura organizacional más inclusiva, eficiente y adaptable a los nuevos tiempos y generaciones; además de mejorar la productividad basados en la confianza y el trabajo en equipo, claves para el éxito organizacional.
