“La Generación Z es frágil”, “los Millennials no valoran el trabajo”, “la Generación X se resiste al cambio”, “los Baby Boomers no entienden la tecnología”…
Los estereotipos generacionales, ya sean positivos o negativos, no son una novedad, pero ¿qué ocurre cuando convergen cuatro generaciones distintas en un mismo entorno laboral?
Importancia de la Diversidad Intergeneracional
Un número significativo de directores ejecutivos (39%) y sus colaboradores (30%) opinan que su organización no existirá dentro de 10 años, si no se transforman y aprovechan las fortalezas de las 4 las generaciones de colaboradores, según una encuesta global realizada por PwC a más de 46 mil trabajadores en 46 países.
Es en este contexto, donde se evidencia que la diversidad intergeneracional, no es solo un valor añadido, sino una necesidad en el entorno laboral actual. Formar equipos diversos en edades, se vuelve crucial para comprender el panorama completo y navegar exitosamente en la era digital. Pasar por alto esta necesidad implica limitar la innovación y la adaptación de las empresas. Es el momento de actuar y liderar este cambio hacia un futuro laboral exitoso y sostenible.
Fomentando la Armonía y la Práctica Intergeneracional
Para lograr la diversidad generacional se debe entender el comportamiento de cada generación: ¿cuáles son sus preferencias, necesidades, objetivos y estilos de trabajo? A partir de esta pregunta las organizaciones pueden comenzar a desarrollar prácticas, desarrollar la cultura laboral y gestionar la brecha generacional en los lugares de trabajo. A continuación, se presenta un cuadro de las necesidades de cada generación por categoría.
Para lograr una colaboración efectiva entre las 4 generaciones, que fomente la innovación, las organizaciones de hoy y del futuro, deberán poder generar ambientes donde las 4 generaciones puedan convivir con respeto y armonía. Por eso les compartimos algunas prácticas, que hoy ya se llevan a cabo en muchos países, que ya han tomado conciencia de esta necesidad.
Voluntariados Intergeneracionales
Los programas de voluntariado tienen la gran posibilidad de unir a niños, jóvenes y adultos, generando relaciones valiosas para los participantes y la comunidad. Estas relaciones tienen múltiples beneficios, y fortalecen la cohesión en el equipo, a la vez que enriquecen a las comunidades. A través del voluntariado intergeneracional, se fusiona la conciencia y la sabiduría de distintas generaciones, trascendiendo a estereotipos y rompiendo barreras. Cada una aporta lo mejor de sí, y las diferencias se anulan.
Cuando nos unimos para colaborar con quien lo necesita de manera auténtica, las personas, más que ver diferencias, aprendemos a ver y hacer sinergias, así como a valorar la ayuda del otro, para que prevalezca el bien común y mayor.
Este enfoque no solo mejora la comunidad, sino que también enriquece la vida profesional y personal de quienes participan, promoviendo el desarrollo de habilidades, la empatía y una perspectiva de aprendizaje en 360°.
Mentoría multidireccionales
Propiciar encuentros entre personas de diferentes generaciones, permite que las mentorías puedan tener más de una dirección. Por ejemplo, las generaciones más experimentadas, pueden transmitir de diversas formas sus conocimientos, y sobre todo la solidez en su liderazgo, y por su parte los más jóvenes pueden ofrecer mentorías relacionadas a la tecnología, por poner un ejemplo.
El tener las mentorías tradicionales y las conocidas como “invertidas” (las que hacen los más jóvenes), promueve la humildad y receptividad al aprendizaje, lo cual es la base para el desarrollo profesional y personal, y por ende del liderazgo individual y organizacional.
Espacios colaborativos:
También será importante fomentar espacios para el desarrollo de proyectos, con equipos intergeneracionales, para lo cual, será vital, tener bien definidos: el objetivo común, la razón por la que cada uno de los miembros fue elegido (esto para facilitar la valoración mutua), y sobre todo asignar los roles y funciones, de acuerdo a habilidades. Un facilitador, con un marcado liderazgo de servicio será fundamental, para que armonice la interacción.
En estos espacios, de retos y logros marcados, la ventaja de la colaboración intergeneracional, será visibilizada y valorada rápidamente.
Adaptar Políticas de Recursos Humanos
Es sabido que para que 4 generaciones convivan, la organización, tendrá que aprender a pensar “en todos”, para cada uno de sus procesos de RRHH; pero también será necesario, crear políticas, que garanticen la motivación y respeto a todos los colaboradores a lo largo de toda su experiencia en la empresa.
En ese sentido, así como tendrá que haber programas de formación robustos para los más jóvenes, también se tendrá que considerar por ejemplo, planes atractivos de jubilación para los más experimentados. Las necesidades y expectativas de cada generación, deberán estar siempre presentes, y no se podrá enfocar la estrategia solo en los más jóvenes.
Líderes de la dimensión
Así como las organizaciones, suelen tener agentes de cambio, líderes, embajadores, o como queramos llamar a quienes velan por otras dimensiones de la Diversidad, ejemplo: Comunidad LGBTQ+, personas con habilidades o razas diferentes. También sería importante, tener representantes que velen por un ambiente entre generaciones satisfactorio, para observar constantemente esta dimensión en el radar.
Finalmente, no debemos olvidar, que la convivencia intergeneracional no es solo vital, para la efectividad y progreso de las nuevas organizaciones, sino que cada día se convertirá en una mayor necesidad, a medida que la fuerza laboral incremente su promedio de edad, y que el mercado por competitividad lo exija; frenando así el error de muchas organizaciones, que en el mejor momento de vida de un profesional, cuando tiene todo el conocimiento critico acumulado y la suficiente experiencia de liderazgo para dar lo mejor de sí, es desvinculado, por pensarse, que ya acabó su período de productividad, o pero aún por costos.
Estamos a tiempo, de valorar a las 4 generaciones, alargar el tiempo de vida de los profesionales y así desarrollar organizaciones, más eficientes, productivas, equitativas, pero sobre todo humanas, que es lo que al final del día hará la diferencia.
