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Introducción
Ante la “nueva normalidad” y sus efectos tanto organizacionales como en las personas, mantenemos el enfoque en nuestra filosofía de “Hacer las cosas bien”. Diseñamos una ruta clara de 4 fases y, con el apoyo de los líderes, la divulgamos e implementamos junto al equipo de trabajo, manteniendo constante comunicación respecto a su cumplimiento. Nos comprometimos con el cuidado, el respeto por las personas y la continuidad del negocio.
También, trabajamos en nuestro mindset para responder efectivamente a las circunstancias, evolucionamos como personas y fluimos en la incertidumbre. Destinamos los recursos necesarios para migrar al trabajo remoto, garantizamos la seguridad y el cuidado de colaboradores y proveedores que tuvieron que asistir a nuestras oficinas. ¡Cuidamos la salud de todos!
Repensamos algunos de nuestros perfiles y procesos; mantuvimos activos la creatividad e innovación; Nos enfocamos en la autogestión, lo que elevó el empoderamiento y accountability. Trabajamos incansablemente en la comunicación, reforzamos, descontinuamos y creamos canales y, principalmente, fortalecimos la confianza y cercanía -aún en remoto- de los líderes con sus equipos. Estamos más atentos a escuchar y hemos potencializado la empatía.
Celebramos, compartimos los logros y no hemos dejamos de divertirnos, vinculamos a las familias y reforzamos el sentido de pertenencia.
Mejores prácticas
Plan para colaboradores vulnerables
Iniciamos con sensibilización y diagnóstico personalizado. Ofrecimos: Plan nutricional, Controles periódicos, Plan de ejercicios básicos y Recetas saludables.
Plan de Salud Mental
Identificamos factores psicosociales y riesgos asociados, para prevenir daños a la salud mental. Los colaboradores con riesgo alto tuvieron soporte psicológico individual; los demás participaron en capacitaciones de salud mental. También, entrenamos a los líderes para que brinden acompañamiento.